Atardeceres Bonitos Del Mundo
El Enorme Cañón da una de las puestas de sol más increíbles del planeta. Tanto es por eso ya hay reservadas numerosas zonas en todo el río Colorado para que los visitantes logren gozar del atardecer. Mientras el sol se pone, las sombras van cubriendo el paisaje y llega un instante en que el cielo y la tierra están tan unidos que es irrealizable delimitar dónde termina uno y comienza el otro.
Templo de Debod
Tiene varias cosas que prestar, pero sin lugar a dudas una de las más particulares es el Templo de Debod. Fue un obsequio que Egipto le logró a nuestro estado y desde su traslado al pleno corazón de la región se convirtió en uno de los sitios preferidos de los madrileños –y no madrileños– para gozar de las puestas de sol. Además de las vistas, el templo además tiene un reducido museo dentro suyo que alguno puede conocer de manera libre y gratuita.
Santorini
Grecia tiene popularidad de ser uno de los especiales sitios de todo el mundo para ver el atardecer, y no es para menos. Las fachadas de las viviendas blancas se tiñen de diferentes tonos anaranjados mientras el sol se va sumergiendo en el mar Egeo y la paleta de colores que se forma es increíble. Para tener un sitio favorecido en la colina y gozar del atardecer en todo su explendor, se sugiere ir temprano y hacerse en hueco entre turistas y locales.
San Juan de Gaztelugatxe
Bermeo. La isla de Gazletugatxe (Vizcaya) se encuentra dentro de los sitios que mejor simbolizan la magia y las tradiciones del norte de España. La palabra en sí misma lo dice todo: procede de dos términos en euskera, «gaztelu» (castillo) y «gaitz» (difícil o terrible), y verdaderamente significa «castillo arriesgado». Cuenta la leyenda que en la ermita, ubicada en el punto más prominente de la isla, hay una campana ahuyenta los pésimos espíritus si se toca tres ocasiones. Los 241 escalones que separan la costa de la capilla no son labor simple, pero vale la pena subirlos para contemplar el paisaje. Y aun más si coincide con la puesta de sol.
El Louvre
París. Todo el planeta piensa en el cariño cuando estamos hablando de la región de París; pero contemplar el atardecer desde el patio del museo Louvre, cubierto de algunas de las maravillas artísticas más destacables de todo el mundo, es subir el romanticismo al cubo. Sólo será necesario ver el instante en el que el sol se oculta tras la pirámide de cristal para abarcar por qué algunos mencionan a la ciudad más importante francesa como «la localidad de la luz».
Ámsterdam
Para los que quieran sacar el más alto partido al día más extenso del año, Ámsterdam es una aceptable alternativa. Luego de haber recorrido por sus calles y paseado en bicicleta, cuando el día llega a su fin se sugiere andar por sus canales. Gozar del show que se forma en el cielo desde el agua, no posee precio.
Playa de Pfeiffer, California
En el corazón del Big Sur, hay un sendero ajustado sin señalizar que transporta a un espacio remoto y escondido: la playa de Pfeiffer. Este lugar de arenas violetas es muy habitual entre los fanaticos del surf, pero además de por las olas, la playa luce por la gigantesca formación rocosa que se eleva en su área. Tiene un agujero cuadrangular en el centro por el que, en forma de ventana, se cuelan los últimos rayos de sol. seguramente sea una de las ‘ventanas’ con las superiores vistas de todo el mundo.
Anchorage, Alaska
Para los aventureros que quieran pasar el día más extenso del año realizando deporte, Alaska es el destino. En esta temporada del año, novatos apasionados al ‘running’ de todo el planeta se trasladan hasta Anchorage para correr la Midnight Sun Marathon. Pero si lo tuyo son las ocupaciones acuáticas, además puedes recorrer el río en kayak y gozar de la naturaleza de la mejor manera cuando cae el sol.
Islandia
La tierra de Hielo y Fuego tiene una atmósfera mística que transpira paz y magnificencia, más que nada en verano. A lo largo de estos días la luz es blanca y perpetua -llegando a permanecer las 24 horas del día-, pero aunque parezca irrealizable, además hay puesta de sol. Se denomina «puesta de sol de la medianoche», y es un fenómeno natural que sólo se puede ver en zonas próximas al Círculo Polar Ártico a lo largo de los días más próximos al solsticio. De esto viene que se haya convertido en la puesta de sol más única de todo el mundo.
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